aLa gurú japonesa del orden y la limpieza, Marie Kondo, anima a sus seguidores a vaciar las bibliotecas de todos los libros no leídos. Afirma que ella misma se limita a tener unos 30 títulos. Esta cifra puede parecer un tanto pobre para los amantes de la lectura.

Según Kondo, "no hay significado en los libros que sólo están en las estanterías". Pero debemos decir que esto es absolutamente falso.

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Y es que aunque los libros estén cerrados y acomodados en las estanterías, tienen significado simbólico y particular. Al leerlos, uno guarda toda una historia de relaciones con su contenido, y esto genera una memoria que es también espacial y que se activa cuando los miramos.

Aún si no han sido leídos, nuestros libros comunican un significado, pues seguramente han sido adquiridos por una razón que puede verse cristalizada en algún tipo de atracción, que aunque aún no se haya materializado, se mantiene latente. Son un recordatorio constante de algo que queremos saber o quizás queremos conocer, como el estilo y la personalidad de su autor.

Por otra lado, sin dudas los libros forman parte de lo que somos y nos ayudan a comunicarlo. Tienen la responsabilidad de mostrar nuestra vida intelectual, algo que puede también entenderse como vanidad, pero que no deja de ser una especie de mente externa, una mente que también habitamos.

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Podemos decir lo mismo de otros objetos, pues todos ellos comunican, guardan memorias y dan señales de quiénes somos. Pero a diferencia de otros elementos, los libros no sólo son objetos nostálgicos, de colección o de vanidad, sino que también son pensamientos latentes y dinámicos. En la mayoría de los casos, son los pensamientos de seres humanos que vale la pena explorar, que aguardan para seguir conversando: el diálogo del espíritu en el tiempo.

En base a lo que dice Marie Kondo, podemos modificar un poco los términos y decir que la regla debería ser simplemente no mantener libros que uno tiene la certeza de que no le interesan y no piensa leer. En este caso, quizás lo mejor sea regalárselo a alguien que creas que sí podrá darle uso

Ahora bien, si un libro te interesa y mueve tu intelecto al deseo, aunque lo tengas encasillado hace meses, o incluso años en tu librero, guardártelo. Es probable que en algún momento lo elijas y descubras por qué querías explorarlo.

Piénsalo como un futuro posible. De la misma manera que hay personas muy sociales que pueden mantener relaciones con muchas personas, hay personas que pueden mantener relaciones con muchos libros, incluso sin leerlos del todo.

Cada persona tiene sus formas de relacionarse con sus libros. Algunos posibilitan una especie de coqueteo previo de larga seducción, hasta que llega el momento adecuado, con el estado de ánimo adecuado, y es allí cuando esa sincronía hace que podamos disfrutar de una pieza literaria.

Así que recuerda: que nadie te diga cuántos libros deberías tener en tu librero.

Y tú, ¿qué piensas? ¿También crees que esto es un error en el método de marie kondo?

Fuente:

Pijama Surf