Nuestra intención no es que te conviertas en un ‘Grinch’ de la Navidad. Pero, ¿has pensado alguna vez cuáles son sus efectos físicos y emocionales que nos hacen padecer estas fechas? A veces incluso acabamos más cansados durante estas vacaciones de Navidad.

Aunque es una época de encuentros familiares, cenas de empresa y amigos por doquier, villancicos 24/7, y lucecitas y adornos navideños por cada esquina de las ciudades y casas, os contamos cuatro situaciones que nunca habrías imaginado que podría ocasionarte daños durante esta época.

Adornos:

¿Quién pudiera imaginar que resultaran tan peligrosos? Durante los últimos años, según la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos, más de 170.000 personas han resultado lesionados durante la colocación de los adornos navideños tradicionales.

Cortar un árbol de verdad para convertirlo en árbol de Navidad es considerado una de las prácticas más peligrosas. El uso de sierras y hachas sin las debidas medidas de seguridad han ocasionado múltiples accidentes, aunque, según estudios de expertos, hay más accidentes por causa de árboles artificiales que de los naturales.

Sin mencionar que, los elementos decorativos eléctricos también llevan su cuota de riesgo. Dentro de las estadísticas también están los que se han topado con alguna extensión de luces mal puesta y le ha causado algún que otro tropezón.

¡Cuidado! La actividad más inofensiva de la época ha cobrado alguna que otra víctima.

Villancicos

Mientras que algunas personas piensan que son propicios para la época, en una entrevista para Sky News de Reino Unido la psicóloga clínica Linda Blair, afirmó que escucharlos constantemente puede ser nocivos para la salud.

Asegura que los más afectados son los trabajadores de tiendas, quienes deben escuchar todo el día el mismo disco de canciones navideñas. Al final, causa un desgaste mental y no pueden concentrarse en otra cosa que no sea bloquear aquello que están escuchando.

Por otro lado, explica que promueve el consumismo. Escuchar canciones que hablen una y otra vez sobre comida, regalos y luces se queda grabado en el inconsciente y como consecuencia hace comprar de más. Así que ya sabes, si vas al centro comercial procura llevarte unos audífonos y una lista estricta de compras.

Cenas

El estómago suele expandirse y nuestra báscula también. Durante toda la Navidad solemos recibir invitaciones por parte de nuestros amigos y familiares cuya protagonista es la comida. Es abundante, alta en azúcares, grasas saturadas y carbohidratos.

El páncreas genera grandes dosis de insulina y el corazón bombea más sangre a hacer la digestión, lo que hace que se nos baje la tensión. Así que si querías saber la razón científica del por qué solemos estar más cansados durante la Navidad, aquí lo tienes. Es mejor cuidar las raciones de las comidas y además realizar actividad física regularmente.

Síndrome post-vacacional

El cansancio, la apatía, falta de energía, dificultad para concentrarse, trastorno del sueño, estrés e incluso tristeza, son síntomas propios de este síndrome que ataca a uno de cada tres trabajadores, según un estudio realizado por el Adecco.

Aseguran que tras una temporada de viajes, excesos, indisciplina y vacaciones laborales es normal padecerlo. Lo recomendable es que días antes de volver a la rutina retomes ciertas actividades:

  • Levántate más temprano de lo habitual.

  • Gradualmente, haz actividades saludables.

  • Ve haciendo trabajo mental sobre lo que viene.

  • Recárgate de resiliencia.

¡Esperamos que el artículo haya sido de gran utilidad! Además de estos factores, ¿cuáles otros crees que puedan afectar tu cuerpo durante la Navidad? Comenta y comparte con nosotros tus opiniones.

Fuentes consultadas:

La sexta

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