Dejar el coche en un extremo del estacionamiento cuando vamos a hacer las compras para tener que cargar las bolsas durante un trayecto más largo. Subir escaleras en el metro utilizando nuestra fuerza y voluntad. Nada de esto suena del todo cómodo o conveniente, ¿verdad? Pues de hábitos tan comunes como estos se trata el método HIIPA, que revoluciona día a día las rutinas de todas las personas que no gustan de los gimnasios.

Tal como lo lees: un equipo internacional de investigadores defendió con uñas y dientes lo que se llama "HIIPA" (actividad física ocasional de alta intensidad) en el último editorial del British Journal of Sports Medicine.

¿Qué es HIIPA?

Se trata de “la actividad casual regular que te hace resoplar”, según las palabras de Emmanuel Stamatakis, profesor en el centro Charles Perkins y en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Sydney (Australia).

Dentro de esta gran caja de “actividad casual” entra casi cualquier rutina cotidiana que implica movimiento: desde subir escaleras hasta hacer las compras, pasando por limpiar la casa o pasear a nuestra mascota. El diferencial está en hacer estas actividades en modo “alta intensidad”, es decir, de manera que te quiten un poco el aliento, que aceleren tu organismo, y también en repetirlas dos veces al día.

“Hay muchas investigaciones que nos dicen que cualquier tipo de HIIT, independientemente de la duración y número de repeticiones, es una de las formas más efectivas de mejorar rápidamente el estado físico y la salud cardiovascular, y HIIPA trabaja en la misma línea”, asegura Stamatakis.

Para que una actividad cotidiana como limpiar, caminar o subir escaleras nos brinde efectos beneficiosos para la salud, debemos realizarla con un nivel de intensidad que entrecorte el aliento, porque a más intensidad y más cantidad, más beneficios.

Actividades para incluir en el HIIPA

Entre las mejores ventajas se menciona que no requiere dedicar tiempo extra, ni dinero porque no hace falta comprar ninguna indumentaria ni equipo. Tampoco exige habilidades o una buena condición física inicial.

Lo único que necesitas, según Stamatakis, “es tomar buenas decisiones”, como dejar el automóvil en un extremo del estacionamiento cuando te diriges a hacer las compras para tener que cargar las bolsas durante un trayecto más largo, subir las escaleras en lugar de esperar al ascensor y apretar el ritmo en un par de tramos: jugar y trotar al paso de los niños, optar por el camino al trabajo más largo o difícil, o hacer carreras cortas mientras paseamos al perro, son algunos de los ejemplos.

Ahora sí, no tienes excusa de falta de dinero, ni falta de tiempo, ni odios irracionales a los gimnasios. Con esta técnica, sólo deberás tener voluntad y ganas de sentirte mejor.

¿Qué opinas de esta nueva tendencia? ¿La pondrás en práctica? ¡Cuéntanos!

Fuente:

La Vanguardia