Seguramente has escuchado en los últimos días, la historia de "Scotty", el tiranosaurio rex encontrado en 199. Se trata del T-Rex más grande de la Tierra, con 13 metros de longitud y hasta 9 toneladas de peso. Por estas características, se ha ganado el título del depredador más grande y asombroso de su periodo.

El tamaño de Scotty seguro se acerca al imaginario colectivo que poseemos de su especie, pero debemos decirte que Hollywood ha formado un ideal en nuestras mentes sobre cómo se veían estas criaturas que no es del todo cierto.

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Gracias a las nuevas tecnologías con las que contamos hoy en día, es posible recabar información verídica sobre los fósiles que tenemos, como Scotty, que a pesar de haber sido hallado 28 años atrás, recién ahora se han podido confirmar muchos de sus atributos.

Pero aunque el hallazago se haya demorado, sin duda ha aportado información muy valiosa, pues ha permitido desmitificar al T-Rex y nos ha acercado a una versión mucho más fidedigna del animal que paseó por la Tierra hace 65 millones de años.

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5 mitos sobre el Tiranosaurio Rex

1. Su temido rugido

Muchos imaginamos que de esa boca gigante con dientes afilados saldría un rugido espelusnante. Pero lo cierto es que, por las características de su anatomía, el T-Rex sólo podría haber hecho vocalizaciones similares al lloro de los cocodrilos. Si bien puede resultar amenazante, dista mucho del rugido que teníamos en mente. De hecho, hasta habría sido capaz de llorar con la mandíbula cerrada.

2. Era súper rápido al correr

Hasta hace poco creímos que el T-Rex, en sus dos patas, podría correr a 72 km/h. Sin embargo, unas simulaciones han probado que no es así, ya que sus patas traseras no lo habrían soportado. Según los estudios, se estima que en realidad sólo se movía a un máximo de 19 km/h, es decir, bien podía alcanzar a una persona con muy mala condición física.

3. Caminó erguido

Con semejante peso y tamaño, fue prácticamente imposible que el dinosaurio tenga una postura erguida, ya que andar “bien derecho” implicaría que el animal se moviera extremadamente lento. La realidad es que por el orden de sus vertebras y la ausencia de huellas de su cola sobre el suelo, se piensa ahora que estos hermosos animales caminaron con el cuello agachado y hacia enfrente, lo cual formaría una línea semi recta desde la cabeza hasta la cola.

4. Tenían una piel totalmente escamosa

No vas a poder creerlo pero, los nuevos análisis han mostrado que el T-Rex tiene vestigios de plumas que se encontraban en la parte superior de su cabeza, cuello y parte de su lomo.

5. Sus brazos no sirven de nada

Mucho se ha bromeado sobre los “bracitos” de estos dinosaurios. Pero lo cierto es que existe una hipótesis al respecto: aún con su corta dimensión, los T-REX utilizaban sus extremidades superiores para sostener a sus presas, ya que contaban con una gran movilidad. Además, otras teorías sugieren que eran un arma mortal, pues podrían arañar con sus largas garras que podían alcanzar hasta los 10 cms de largo.

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Fuente:

Cultura Colectiva